El problema de la RAM es global y complejo. Podemos ayudar a eliminar los antibióticos y otros antimicrobianos del agua. Para ello trabajamos con empresas farmacéuticas de todo el mundo.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es un problema mundial complejo que depende de muchos factores interrelacionados. Pero, ¿cuáles son las causas de la RAM? La RAM surge cuando los microorganismos (como bacterias, hongos, virus y parásitos) mutan tras una exposición repetida o prolongada a fármacos antimicrobianos (como antibióticos, antifúngicos, antivirales, antipalúdicos y antihelmínticos). El uso indebido y excesivo de antimicrobianos en todo el mundo está acelerando este proceso, causando superbacterias como el SARM.
Pero no se trata sólo del uso excesivo de medicamentos antimicrobianos. Los productos farmacéuticos contaminan nuestro suministro de agua, ya sea desde las instalaciones de producción o a través de la medicación humana o animal consumida y excretada. Además, los medicamentos antimicrobianos a menudo no se utilizan y se depositan en vertederos, lo que permite que los productos farmacéuticos contaminen nuestro suministro de agua a través de las aguas subterráneas.
Como empresa especializada en el tratamiento de aguas residuales industriales, Arvia Technology ayuda a las empresas a eliminar los antimicrobianos de las aguas residuales de forma eficaz y eficiente.
Por supuesto, las empresas de servicios públicos, los fabricantes de productos farmacéuticos y las industrias agrícolas hacen todo lo posible por eliminar los principios activos farmacéuticos (API) del agua. Pero los procesos existentes de tratamiento del agua no son del todo eficaces para eliminar los contaminantes farmacéuticos y quedan restos nocivos. Esto nos proporciona a todos una leve dosis de antibióticos, antifúngicos o antivirales a través del agua potable, lo que agrava el problema mundial de la RAM.
Gracias a la mejora de la tecnología, el análisis del agua es cada vez más preciso. Paralelamente, las normativas son cada vez más estrictas en un esfuerzo por mejorar la calidad del agua para reducir la RAM. Esto está impulsando la necesidad de una nueva tecnología de tratamiento del agua que pueda abordar el problema de la contaminación ambiental por antimicrobianos.
El principal impulso para hacer frente a la RAM es restringir el uso de antimicrobianos a escala mundial. Esto significa regular los productos farmacéuticos para uso humano y veterinario. Además de estos controles, también tenemos que limpiar nuestras aguas y mejorar su calidad en todo el mundo.
Las graves consecuencias de la PiE han hecho que aumente la presión sobre la industria farmacéutica para que actúe. Además de su enfoque proactivo, una de las recomendaciones esbozadas en un reciente informe de la ONU para hacer frente a la resistencia a los antimicrobianos, fue introducir sistemas reguladores más estrictos para el manejo responsable de los antimicrobianos.
La producción de una gama cada vez mayor de productos farmacéuticos da lugar a aguas residuales de composición compleja.
La compleja composición de las aguas residuales farmacéuticas es notoriamente difícil de tratar con las tecnologías de tratamiento de aguas existentes. Resulta especialmente difícil tratar las aguas residuales farmacéuticas a niveles bajos de partes por billón en cumplimiento de la normativa de las autoridades industriales.
El incumplimiento de la normativa puede acarrear la pérdida del permiso, paradas operativas, limitación del volumen de producción y multas severas. Tenemos que aunar esfuerzos para resolver este problema, apoyando a nuestras industrias farmacéutica y de servicios públicos.
Como las depuradoras municipales tradicionales no están diseñadas para tratar compuestos tan variados y persistentes, los fabricantes se enfrentan al reto de eliminar en origen los residuos farmacéuticos, incluidos los antibióticos y los medicamentos con y sin receta.
Pero muchos de los procesos de tratamiento existentes no son capaces de eliminar los contaminantes orgánicos. Y los que pueden eliminar estos contaminantes orgánicos específicos, como la ozonización, han sido cuestionados por REACH por el impacto ambiental del propio ozono, que está siendo evaluado por ser un producto químico alterador endocrino (EDC).
Esto ha obligado a desarrollar nuevas soluciones de tratamiento del agua respetuosas con el medio ambiente que funcionen junto a los procesos de tratamiento existentes.
La capacidad de reutilizar de forma segura el agua de proceso no sólo reduce los costes de los servicios públicos, sino que también genera una Responsabilidad Social Corporativa positiva a través de la protección del medio ambiente en tiempos de escasez de agua.
Los sistemas Nyex™ proporcionan una solución libre de productos químicos y respetuosa con el medio ambiente que combina la adsorción con la oxidación electroquímica en una sola unidad escalable. Los contaminantes problemáticos se concentran en la superficie del medio Nyex™ patentado por Arvia, que no es poroso y tiene una alta conductividad eléctrica. Este medio adsorbente patentado permite una oxidación dirigida y continua.
A diferencia del carbón activado granular, el medio Nyex™ se regenera eficazmente in situ. Una vez al año es necesaria una recarga del 2-4%, pero sólo tardamos menos de 30 minutos en administrarla. Aparte de esta pequeña cantidad de mantenimiento, el proceso puede continuar sin interrupción o sustitución. No es necesario duplicar los gastos de capital invirtiendo en un equipo de servicio y otro de reserva, como ocurre con el GAC.
Los resultados se consiguen sin dosificación de productos químicos ni generación de lodos, lo que reduce los costes de transporte de productos químicos y eliminación de residuos especializados. Pero no se trata solo de ahorrar costes, su mensaje de RSC también puede beneficiarse de nuestras credenciales ecológicas.
Hable hoy mismo con uno de nuestros expertos en aplicaciones para analizar la eliminación selectiva de API y residuos farmacéuticos de sus aguas residuales con Nyex™.
Tratamiento selectivo de principios activos farmacéuticos (API) y residuos farmacéuticos sin dosificación química ni producción de residuos secundarios.
Cumplimiento de una normativa cada vez más estricta mediante una solución de tratamiento escalable y optimizable para satisfacer las necesidades cambiantes de la empresa.
Un activo en la entrega sostenible de productos, que elimina la preocupación por el tiempo de inactividad operativa o las acciones legales debidas a fallos en el tratamiento del agua.
