Diez cosas que debe saber sobre los niveles PNEC

PNEC son las siglas de Predicted No Effect Concentration (concentración prevista sin efecto). (Normalmente se pronuncia ‘pea-neck’).

Es la concentración de sustancias químicas (a menudo antibióticos y orgánicos) que marca el límite por debajo del cual no se miden efectos adversos en un ecosistema.

Por su propia naturaleza, los niveles PNEC pretenden ser conservadores e indican la concentración a la que el producto químico o compuesto en cuestión probablemente no tendrá un efecto tóxico. Probablemente» es la palabra clave, ya que los distintos regímenes de ensayo pueden dar lugar a valores PNEC variables para un compuesto determinado. (Si la PNEC es completamente nueva para usted, este artículo de Wikipedia también puede ayudarle).

En la actualidad no existe ninguna norma mundial acreditada para los PNEC; sólo niveles de concentración recomendados por organizaciones como:

• La Alianza de la Industria contra la RAM (un grupo de empresas farmacéuticas orientadas a la RSC que trabajan para establecer normas que reduzcan el problema de la RAM en todo el mundo. )
• La Comisión OSPAR (mecanismo por el que 15 Gobiernos y la UE cooperan para proteger el medio marino del Atlántico Nororiental).
• La Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos en virtud de la normativa REACH. (La ECA trabaja por un uso seguro de los productos químicos en toda la UE).

Es posible calcular un valor PNEC para cada compuesto potencialmente tóxico. Sin embargo, las concentraciones seguras varían enormemente: entre 70,5 y 0,00014 μg/L.

En el documento de referencia de OSPAR sugieren que las sustancias tóxicas para su clasificación se subdividan en:

• Metales
• BTEX
• Aceite dispersado
• HAPs
• Fenol/alquilfenoles
• Ácidos orgánicos

Algunas de estas clases requieren un método de tratamiento diferente. Y algunos son más difíciles de eliminar de las aguas residuales que otros. Aquí es donde Arvia puede ayudar.

Póngase en contacto con nosotros para saber cómo.

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) está aumentando en todo el mundo debido al mayor acceso a los medicamentos antibióticos en los países en desarrollo. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, en 2050 la RAM podría causar diez millones de muertes al año.

Un grupo industrial que intenta cambiar esta situación es la alianza AMR Industry, que reúne a empresas farmacéuticas de biotecnología, diagnóstico, genéricos e investigación, con el fin de impulsar y medir los avances de la industria para frenar la resistencia a los antimicrobianos.

Para ello se investigan vacunas, nuevos antibióticos y formas de dosificación innovadoras, se educa a pacientes y médicos sobre el uso adecuado de los antibióticos y se garantiza que las cadenas de fabricación controlan la liberación de antibióticos a las aguas residuales.

A modo de ejemplo, he aquí cómo apoya la iniciativa una empresa miembro de la Alianza AMR.

Como se menciona en (3), los valores PNEC se miden en partes por billón o trillón. Para llegar a esos niveles, a menudo es necesario un tratamiento especializado del agua. Afortunadamente, el sistema Arvia Nyex™ puede ofrecer precisamente eso y tenemos muchos estudios de casos que muestran cómo los compuestos críticos para la batalla mundial contra la AMR se pueden reducir por debajo de los niveles medibles en las aguas residuales.

Muy pocos procesos de tratamiento de aguas disponibles en la actualidad para su instalación o retroadaptación en líneas de producción son capaces de proporcionar estos bajos niveles; la mayoría de los sistemas de la competencia de Arvia responden a radicales hidroxilo OH* que atacan indiscriminadamente a los contaminantes del agua. Una vez que se alcanzan concentraciones más bajas, se reducen las posibilidades de que el hidroxilo colisione con el contaminante y, por lo tanto, se vuelven ineficaces cuando intentan suministrar una concentración equivalente «por debajo de los niveles medibles».

Sin embargo, nuestro sistema Nyex Rosalox resuelve este problema adsorbiendo el contaminante en el medio de tratamiento antes de que la electricidad pase a través de él, mineralizándolo y logrando así objetivos muy bajos -en partes por billón- cuando es necesario.

Desde el punto de vista de la salud y la seguridad medioambientales, es prudente fijar ahora los niveles de PNEC, estableciendo un enfoque basado en el riesgo para la gestión de las aguas residuales antes de que empiecen a entrar en vigor las normativas.

En la actualidad, sólo la India tiene en marcha un proyecto de ley para controlar las PNEC en las aguas residuales, pero es inevitable que otros países sigan su ejemplo.

En cualquier caso, fijar los niveles de PNEC más pronto que tarde garantizará un punto de referencia para cuando se consideren procesos de fabricación nuevos o revisados o el reciclado de las aguas residuales.

En la actualidad, el valor para la RSE de establecer límites a las sustancias químicas en las aguas residuales es discutible; los términos «PNEC» o «aguas residuales» no aparecen en ninguna parte de la página web de Greenpeace, por ejemplo, así que quizá actualmente no sea un tema que genere mucho debate público.

Sin embargo, las tasas de mortalidad previstas garantizarán que la RAM acabe ocupando un lugar destacado en la agenda informativa, lo que significa que las organizaciones que ya cuenten con una política PNEC y unos límites establecidos tendrán ventaja.

Además, como sabemos, los ciclos de I+D en el sector farmacéutico suelen durar muchos años, por lo que las organizaciones tendrán que ir varios pasos por delante de la legislación para garantizar que los nuevos productos no contengan sustancias químicas que puedan dar lugar a futuros problemas con los vertidos.

Hasta ahora, las empresas miembros de la Alianza AMR han demostrado ser muy responsables a la hora de liderar estos importantes asuntos.

Las multinacionales más grandes ya han empezado a establecer límites PNEC para todas las sustancias químicas y compuestos identificados en las aguas residuales de los procesos, con el fin de garantizar el cumplimiento de futuras normativas y que sus evaluaciones de riesgos medioambientales estén actualizadas y sean pertinentes.

Si su empresa aún no ha empezado a hacerlo, es probable que su equipo de medio ambiente, salud y seguridad se lo plantee para un futuro próximo, posiblemente siguiendo las directrices establecidas por la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos. Por ejemplo, la Alianza AMC ya ha publicado una lista de PNEC químicas que serían adecuadas para una evaluación de riesgos.

No hay que confundir la PNEC con la DQO o incluso con la DBO; estos métodos de medición más antiguos y en desuso sólo cubren la cantidad total de compuestos potencialmente tóxicos en las aguas residuales, en lugar de las concentraciones de las sustancias químicas individuales que componen la carga.

La PNEC acabará convirtiéndose en la norma, por lo que es importante familiarizarse ahora con sus implicaciones.

Como se ha señalado anteriormente, los sistemas de tratamiento terciario de agua de Arvia son capaces de eliminar muchos productos químicos y compuestos identificados como contribuyentes a la AMR por debajo de los niveles medibles. Nuestros sistemas también pueden ser instalados en casi cualquier planta y dependiendo de la aplicación y el flujo requerido, pueden ser muy eficientes en espacio.

Una de las muchas ventajas de los reactores Nyex™ de Arvia es que sus sistemas de tratamiento superan los desafíos experimentados con los AOP tradicionales (procesos de oxidación avanzada), proporcionando una solución robusta y eficaz para la eliminación de productos químicos orgánicos (demanda química de oxígeno), así como el color de las aguas residuales. Todo ello sin generar residuos tóxicos, que en los sistemas equivalentes de la competencia deben retirarse periódicamente y luego incinerarse.

Nuestros sistemas Nyex™ no solo son más eficaces que los de la competencia, sino que también son más respetuosos con el medio ambiente y, desde el punto de vista de los gastos de capital y de explotación, muy rentables a largo plazo. Nuestros sistemas son realmente eficaces en la eliminación de antibióticos y hormonas nocivos -de hecho, muchos tipos diferentes de API- a niveles muy bajos, lo que garantiza que los objetivos PNEC actuales y futuros se alcancen y mantengan con regularidad.